Cuando el nuevo entrenador Chris Petersen llegó a los Huskies el 6 de diciembre del 2013, el equipo sólo tenía 6 compromisos verbales establecidos. Estaba claro, por lo tanto, que a Petersen y su equipo les quedaba un largo y arduo trabajo que realizar en la selección de jugadores.
En primer lugar se centraron en la lista de compromisos adquiridos con el antiguo equipo de Petersen (Boise State). Muchos de los jugadores con los que se habían establecido contactos mostraron su disposición de seguir al entrenador a Washington. Por lo tanto, este grupo de jugadores ayudó mucho a profundizar en la lista de compromisos. El siguiente paso consistió en tantear a los prospectos interesantes de la zona de influencia de la PAC-12, básicamente en los estados de California y Washington. En esta pelea con las diferentes universidades de la PAC-12 el punto álgido se produjo con el compromiso de Budda Baker , un prospecto ATH de 4 estrellas con el que hubo una feroz batalla con Oregón y UCLA especialmente.
Realmente no se trata de una clase altamente posicionada en los rankings:
36ª según Scout y Rivals (7ª en PAC-12), 37ª según 247Sports y 45 según ESPN. Un total de 24 jugadores (4 de 4 estrellas y 15 de 3 estrellas). Sin embargo, y debido a las circunstancias, se puede considerar que se trata de un recruiting muy trabajado. Lo que realmente más llama la atención al mirar la lista de jugadores, es el gran equilibrio conseguido: un QB de alta clasificación, cuatro OL, seis DL y siete DB.